Ha ilustrado clásicos de la literatura infantil, actualizando las historias que nos acompañaron en nuestra infancia. Aunque es innegable que el éxito en el mundo de la ilustración no puede conseguirse de otro modo que no sea a base de esfuerzo y trabajo, en el caso de Júlia Sardá un alto porcentaje del empeño por esta profesión tiene componente genético. Su padre, pintor de profesión, fue quien la indujo a dedicar su vida a dibujar y desde el primer momento se convirtió en su mayor…