El amor verdadero no se resume a palabras bonitas ni a gestos. Se manifiesta en acciones concretas que demuestran apoyo, respeto y presencia. Es como un refugio seguro, un puerto tranquilo en tempestades. Es saber que alguien está ahí para apoyarte en los momentos difíciles, para respetar tus elecciones y para estar presente cuando más lo necesitas.